La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Los nuevos piratas
Son grupos o personas que se ingenian alguna trampa para apoderarse de los dineros ajenos.
Viernes, 12 de Agosto de 2016

En vísperas de la posesión del nuevo fiscal General, Néstor Humberto Martínez, unas noticias incluidas en importante periódico capitalino solo sirvieron para que aumentara mi pesimismo. No es culpa del Gobierno ni del presidente Santos como podría pensarse a primera vista. No. El responsable es el desastroso panorama que muestra la actividad de personajes que se han dedicado a apoderarse de los dineros ajenos, en especial los fondos estatales, que parecen barril sin fondo para quienes desean, y a veces lo logran, enriquecerse fácilmente, en la seguridad de que nuestra justicia no podrá castigarlos.

Son los nuevos piratas, los bucaneros del siglo 21, que en Colombia asaltan impunemente las entidades oficiales, los bolsillos de los incautos y todos los sitios donde haya dinero. No se salva nadie, como no se salvaban los que se atrevían a aventurarse en el mar sin la protección de las armas.

Pero ese es otro cuento. Lo que me preocupa es la proliferación de cacos, que según los periódicos, se roban hasta un hueco o establecen esas nuevas modalidades de fraude que han recibido el sonoro nombre de cartel, que se usa sobre todo para referirse a organizaciones delictuosas de la mafia. Son grupos o personas que se ingenian alguna trampa para apoderarse de los dineros ajenos.  

En una misma edición encuentro noticias que ponen el cuero de gallina. La peor: Donald Trump puede llegar a ser presidente de Estados Unidos. Algo que de ocurrir nos haría salir corriendo. Aquí, el panorama también es negro. En cinco entidades del Estado se detectó tráfico ilegal de inmigrantes, han entrado más de nueve mil personas extranjeros, incluyendo numerosos cubanos cuyo objetivo es llegar a Estados Unidos. Como si fuera poco, se revela que un grupo con tentáculos en todo el país se encarga del 10% de todos los lesionados en accidentes viales; son tan hábiles que manipulan el servicio de ambulancias. Y hay más: se descubrió fortuna oculta de los cerebros del fondo Premium, que defraudaron a miles de ambiciosos ahorradores, entre ellos unos conventos, que perdieron todo su capital. Pero ahí no acabamos. Hay más: en Quibdó muchas personas, sin ser mineros, tienen mercurio en el cuerpo. Se remata con una nota que muestra la necesidad de lograr la paz: acabar con las minas antipersonas costará 330 millone
s de dólares. Inclusive, hay un batallón encargado de la peligrosa tarea de desactivar esos artefactos que le han costado la vida a muchísimos servidores públicos e inclusive a muchos niños.

Como no hay dicha eterna, llegó la hora de hacer la declaración de renta, el concejo capitalino eliminó el estrato para definir el impuesto predial y autorizó que se pueda pagar por cuotas. Ningún propietario se salvará de que le esculquen los bolsillos para construir mas vías para el transmilenio y se deje para el siglo 22 la construcción del metro.

P.D. Otro querido amigo ha emprendido el camino de la eternidad. Falleció el médico Plinio Guzmán Alandete, colaborador de Lucho Bermúdez y exitoso profesional que trajo a mis hijos y a mis sobrinos a este mundo. Dios lo tenga en su gloria. gpt

Temas del Día