Hace unos días un milagro ocurrió en la Institución Educativa Cornejo, Sede Urimaco, con el apoyo de algunas organizaciones y fundaciones. Ahora, alrededor de 100 niños pueden tomar agua potable por primera vez en sus vidas.
Según Mónica Sanabria Galvis, docente de la institución educativa, el agua que llega tanto al colegio como al resto de la vereda es una extensión del río Zulia, “casi a diario los niños llegaban con dolor de estómago y náuseas, producto de beber esta agua contaminada”.
La docente hizo hincapié en la necesidad que había por solucionar este problema, porque además de no contar con la buena calidad del agua, los niños estudian en condiciones precarias y hay una gran parte que es población migrante.
Finalmente, la docente concluyó que, “esto marca un antes y un después para el proceso de aprendizaje de mis alumnos, que ahora van a poder dar un mejor rendimiento académico y estarán mucho más saludables”.
Empezó con una visita
Leyda Zambrano, de la Fundación Bulkcaring, dijo que el proyecto empezó con dos visitas del Grupo Rotary International, (el cual es una red mundial encargada de solucionar problemas comunitarios) el año pasado, pues se dieron cuenta de la mala calidad de agua que los niños estaban consumiendo.
Además, la fundación está buscando replicar este tipo de iniciativas no solo a nivel municipal, sino en otros colegios del departamento y en Colombia.
Además, se instaló una planta física de tratamiento del líquido vital, y la Fundación Bulkcaring capacitó a personal docente, administrativo y padres de familia para el buen manejo de la misma.
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Del mismo modo, mediante donaciones del Grupo Rotary, la Fundación Bulkaring, Cerámica Italia, y el Ejército Nacional, a través del Programa Fe en Colombia, también se hizo un mantenimiento a varios espacios de la institución educativa como salones con aire acondicionado, el comedor y la cocina, pintaron algunos salones y se puso un bebedero de agua fría para los estudiantes.
Desde el pasado 11 de abril los niños ya se encuentran estudiando y disfrutando de todo el esfuerzo realizado por parte de estas entidades, en aras de mejorar la calidad en la infraestructura del colegio.
Lastimosamente, el agua potable solo alcanza para los estudiantes, por lo que el resto de la vereda sigue bebiendo del líquido vital, que aunque pasaba por unos filtros que en su momento donó Temotasajero, el fluido seguía siendo en pésima calidad.
Sin embargo, hay un deseo de ejecutar un proyecto a gran escala con el objetivo de que las familias que residen en la vereda puedan beber agua potable y también beneficiar a algunos sectores aledaños a Urimaco.
Redacción: Nicolás Mojica
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