Los días de Nochebuena y Navidad, las fiestas principales de fin de año, son un motivo de regocijo y alegría para todos los hogares en la geografía nacional, particularmente en Cúcuta, donde en esta temporada se ha hecho gala de fuegos pirotécnicos, las calles han sido hermosamente adornadas y las luces en las fachadas y monumentos públicos son el deleite de propios y visitantes.

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Sin embargo, en este ambiente de celebración, donde la pólvora ha sido invitada de primer orden, pese a estar prohibida en la capital de Norte de Santander, hay personas sin escrúpulos que además de los acostumbrados voladores, totes, ‘matasuegras’ y otros elementos pirotécnicos, se dedican a vaciar sus armas disparando al aire, sin medir las consecuencias.
 
La alegría generalizada y el buen comportamiento que en general demostraron los habitantes de Cúcuta en esta fecha, se vio empañado, porque una niña de 9 años sufrió una herida en uno de sus brazos por una bala perdida, cuando se encontraba, al parecer, en un balcón de su apartamento, en la zona céntrica de la ciudad.

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Según versión entregada por su progenitor en las afueras del centro asistencial a donde fue llevada para que recibiera la atención de urgencia. 

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