El partido Uruguay-Brasil por el clasificatorio sudamericano para Rusia-2018 el jueves en Montevideo es un choque “histórico” y el más “motivante” para los celestes, opinó ayer el DT uruguayo, Oscar Tabárez.

“Es un partido histórico” el que se jugará en el estadio Centenario porque “los dos equipos han hecho un aporte grande al fútbol mundial”, remarcó el entrenador que lleva 11 años al frente del combinado charrúa.

Tabárez, que no contará con su principal figura de ataque, el artillero del Barcelona Luis Suárez, suspendido por acumulación de amarillas, ni con su golero titular, Fernando Muslera, del turco Galatasaray, por igual razón, sostuvo que será un “partido dificilísimo”. “Pero no hay partido más motivante para nosotros que este”, dijo el estratega, quien resaltó la posibilidad de obtener un resultado que le permita “acercar puntos para la tabla de posiciones” en la que Brasil va primero con 27 unidades y Uruguay segundo con 23, a falta de seis fechas para el final. El clasificatorio sudamericano otorga cuatro cupos para el Mundial de Rusia-2018 y al quinto la posibilidad de una repesca contra una selección de Oceanía. Consultado sobre la baja de Suárez, Tabárez se mostró confiado en el papel que hará el equipo, del que resaltó su fuerza sicológica.

La prensa especializada especula que Diego Rolan, del Burdeos de Francia, podría ser el sustituto de Suárez en la delantera uruguaya que estará comandada en esta oportunidad por Edinson Cavani, del PSG francés.

Reconoció no obstante que Suárez “es un jugador con el que hay que arriesgar” cuando está en cancha, y dijo que para enfrentar a Brasil lo fundamental es fijarse en “el potencial del rival” y no tanto en la “individualidad”. Con 17 jugadores, Tabárez comenzó a observar los entrenamientos de sus dirigidos que hicieron trabajo físico liviano para luego ingresar a la práctica de fútbol en espacios reducidos.