Según el estudio del mercado ilegal de bebidas alcohólicas realizado en seis países de Latinoamérica por la compañía Euromonitor International, una de cada cuatro botellas de licor que se consume en Colombia es ilegal.
De acuerdo con ese estudio, el alcohol adulterado en el país representa casi 60% y ha crecido durante los últimos cinco años, lo que genera altos riesgos para la salud de quienes lo consumen, pues llenan las botellas con licor más económico u otras sustancias.
La adulteración representa casi la mitad de estas bebidas ilegales, donde 11% no es apto para el consumo humano.
De igual manera, el informe evidencia que Colombia deja de recibir por cuenta de esta labor ilícita cerca de US$400 millones de dólares anuales, debido a los impuestos que no pagan las mafias que se han adueñado de este negocio.
Adicionalmente, el impuesto a las bebidas alcoholizadas en el territorio nacional, es de los más altos de la región, y la carga tributaria estaría impulsando que el Estado dejó de recaudar, el crecimiento del mercado ilegal seis veces mayor que el del mercado legal.
El estudio señala que los productos que se consiguen de contrabando, se adquieren a menores precios que aquellos que pagan impuestos. Una bebida alcohólica ilegal es 20% más barata que una legal.
Las ventas al año de estas bebidas ilegales ascienden a US$1000 millones de dólares, recursos equivalentes al doble de lo que el Gobierno Nacional dedica en doce meses a fondos para la innovación.
Esta práctica se ve impulsada por la falta de controles sobre la oferta de etanol que permite su compra de manera libre, y la disponibilidad de botellas vacías en buen estado y etiquetas originales que son usadas para esta actividad irregular, limitada la aplicación de la Ley Anticontrabando en ciertas regiones, así como la preferencia de los consumidores a los precios más bajos.
El volumen total de alcohol ilegal en Colombia, es casi igual a todo el alcohol legal que anualmente consumen en conjunto Panamá, El Salvador y Honduras, agrega el informe.
