El mercado negro de autopartes (robadas y de contrabando) crece de forma alarmante, según Asopartes.
Uno de los sectores comerciales de Colombia y Norte de Santander que más relaciones ha tenido con Venezuela es el de autopartes. La venta de repuestos de vehículos hacia el país vecino era tal vez uno de los mejores negocios hace ya varios años.
Ahora todo cambio y la venta de productos de forma irregular hacia el país vecino es tal vez uno de los mayores dolores de cabeza de los empresarios colombianos.
Tulio Zuluaga, presidente ejecutivo de Asopartes, indicó que la cifra de productos del mercado negro (robados y de contrabando) que van a parar a Venezuela está creciendo de forma alarmante.
De acuerdo con la Asociación, durante los primeros meses de 2017, los contrabandistas han movilizado cerca de 250 millones de dólares en mercancía por las trochas fronterizas, una cifra que preocupa a los comerciantes formales, pues anualmente este contrabando movilizaba cerca de 350 millones de dólares.
“Esto lo que nos demuestra es que este año el contrabando va en aumento, mientras las ventas del comercio formal en Cúcuta han disminuido hasta un 65%”, aseguró el dirigente.
La ilusión que tenían los empresarios colombianos de reactivar la venta formal y en masa de autopartes hacia el Estado Táchira (Venezuela) se vio afectada por la agudización de la crisis y las protestas que desde abril tienen al país bolivariano semiparalizado.
El vocero de Asopartes indicó que el proceso encabezado por los empresarios nortesantandereanos y apoyado por las grandes marcas del país está parado por ahora, pero aseguró que los contactos y las intenciones para negociar aún se mantienen.
Los comerciantes de autopartes entienden que Venezuela es un gran mercado, pues solo en el Táchira se estima que entre el 40% y el 60% del parque automotor está sufriendo par falta de repuestos.
