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¿Qué es lo bueno del ‘Tríptico de la infamia’?

La novela de Pablo Montoya ganó el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (2015).

Tríptico de la infamia, de Pablo Montoya, ganó el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (2015), también el Premio Casa de Las Américas -Premio de narrativa José María Arguedas- (2017). Además, Montoya recibió el Premio José Donoso en Chile por su obra, en su caso, compuesta por novelas, cuentos, poesías y ensayos.

Tríptico de la Infamia ha puesto al escritor en el radar de los lectores, las librerías, las ferias y en el de la crítica. Esta última no ha hecho más que validar la calidad de la obra. Francisco Solano, de El País de España, publicó: “Tríptico de la infamia es un libro admirable, que en ningún momento, a pesar de la cruda exposición de la barbarie, se desvía del consuelo que procura la dimensión del arte frente a la tenebrosa realidad”.

Para el escritor Selnich Vivas Hurtado, más allá del ruido mediático que han generado los premios que recibió la obra, se debe proponer un análisis de ella, e identificar cómo está ligada a otros trabajos de Montoya, como ‘Los derrotados’ y Programa de mano. En ese sentido, Vivas Hurtado reconoce, entre otras varias razones, una muy fuerte, a la que adjudica los reconocimientos que le han sido otorgados al libro: según él, la novela es una antítesis a las tendencias editoriales contemporáneas.

La propuesta que Montoya presentó en Tríptico de la Infamia se salió del circuito mediático, explica Vivas. No encaja en los rótulos o etiquetas que se privilegian en el mercado editorial, como el narcotráfico y la guerra, cuyos lenguajes están más cercanos al de la cotidianidad.

Al contrario, la escritura de Pablo Montoya, señala Vivas, está caracterizada por ser erudita. “En ella Montoya muestra un conocimiento amplio de culturas, países, arte, música, pintura; además hay en ella investigación antropológica”. El escritor opina que eso que no responde a lo que circula en las editoriales, funcionó como fórmula para el éxito del libro de Montoya.

Para Camilo Arango Vélez, músico y magíster en hermenéutica literaria, “la novela difumina las fronteras de los géneros de la literatura y también las fronteras entre las artes. Esos cruces genéricos e interartísticos podrían extenderse a los cruces temporales implicados en la trama: Tríptico es una novela contemporánea latinoamericana que habla del siglo XVI europeo”.

En síntesis, el rasgo del libro que Arango destaca es el que él denomina su carácter transgénero. “Aunque sea una novela, su lenguaje tiene un carácter altamente poético”.

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Colprensa
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Viernes, 17 de Marzo de 2017
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