El gusto por la literatura surgió desde niño, cuando escribía todo lo que le sucedía y participó en cuanto concurso pudo, con la fortuna de conseguir algún reconocimiento en todos ellos. En el bachillerato un docente al ver la conexión con el mundo de las letras, le consiguió una beca para el exterior y se convirtió en literato y docente de profesión.
El bogotano Antonio Ortiz, se formó en literatura inglesa en la Universidad de Arkansas (Estados Unidos) y cuenta con una maestría en lingüística aplicada de la Universidad de Victoria (Canadá).
Durante 20 años se ha dedicado a la docencia, en donde ha sido testigo de sucesos insólitos que involucran a padres e hijos.
Como escritor, produce novelas sobre la problemática adolescente y lleva más de 15.000 ejemplares vendidos de ‘MalEducada’, y más de 5000 de ‘La extraña en mí’. Recientemente publicó su tercera novela: ‘Un silencio prohibido’.
En diálogo con La Opinión habló de sus experiencias y de la visita a Cúcuta invitado por la editorial Panamericana para promocionar sus textos.
¿Por qué el interés en abordar temas sobre la realidad juvenil?
Fui un adolescente problemático y me identifico con el tema. Por ello, me convertí en una especie de abogado del diablo tratando de ayudar a estudiantes problemáticos. Así surgió la oportunidad de escribir ‘MaEducada’, que es la historia de una alumna mía.
¿De qué trata esa obra?
Es un libro que surgió en 2013. Relata la historia de Paula Beckwitt, una adolescente de clase alta que sufrió un accidente cerebro vascular y está en coma. En ese estado comienza a recordar con detalle todos los sucesos que la llevaron hasta ese punto. La primera edición fue rústica y Panamericana Editorial se interesó y le dio un formato de narrativa contemporánea y a un precio más asequible.
¿Qué publicación siguió?
Luego llegó ‘La extraña en mí’, que Salió en noviembre de 2016. Cuenta la historia de una niña que sufre de depresión severa y de trastornos difíciles de manejar que se amplifican en el colegio y en la casa. La depresión es un asesino silencioso en los adolescentes. Es una historia que impacta por su crudeza pero con un mensaje inspirador.
¿Por qué promocionar esos libros en Cúcuta?
En los colegios los están leyendo y es importante tener contacto con los adolescentes, los padres y profesores, que resuelvan dudas y preguntas. He tenido la posibilidad de interactuar con todos ellos y los espacios son impactantes.
¿Preguntas curiosas que le han hecho los estudiantes?
Un muchacho me preguntó que si me pidieran escribir un libro sobre la visita a Cúcuta y con lo que me han preguntado cómo lo llamaría. Me corchó, pero finalmente quedamos que se llamaría mayo maravilloso, por todas las cosas que me han pasado durante este mes y la gente que he conocido en las visitas a los colegios.
¿Dónde seguirá la promoción?
Voy a Bogotá, tengo varios proyectos allá y luego viene la Feria del libro de Lima (Perú). Hay una posibilidad de ir a Panamá y luego Medellín, Cali y Villavicencio.
¿Cómo logra hacer escritos realistas?
Básicamente son las fuentes, los personajes con los que voy a trabajar me deben aportar cosas significativas de su vida y corroboro con las personas que los rodean si los hechos son ciertos. Si son niñas es más sencillo porque generalmente tienen un diario y la labor consiste en traducir lo que han escrito y llevar a que el lector sienta que quien habla es el personaje y no uno como escritor.
¿Qué nuevo proyecto literario viene?
Hay un libro que va a salir el próximo año que se llama ‘Tan cerca o tan lejos’. Es una historia de un muchacho que me contó sus historias y me identifiqué con él. Me costó el relato y sentí que era yo quien hablaba porque sus historias me recordaron mi adolescencia.
¿Cómo define sus escritos?
Son herramientas pedagógicas para profesores, sicólogos y padres, que cierran la brecha entre lo que leen los adolescentes y los papas. Además, abren un espacio para el debate y la reflexión. Como papá nunca encontraba literatura que les gustara a mis hijas y estos libros cierran esa brecha.
