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Grave deterioro del río Pamplonita en seis años

El afluente redujo su caudal. Las afectaciones obedecen al crecimiento industrial y agrícola.

Los principales perjuicios sobre el río Pamplonita son la descarga de aguas residuales domésticas; los vertimientos directos a las fuentes hídricas que forman parte de la red de la cuenca, siendo las principales descargas las de Cúcuta, y el uso inadecuado del recurso hídrico, dijo Corponor.

Los efectos de ello son evidentes, pues en un lapso de seis años, el río redujo su caudal y sufre las presiones propias de una ocupación territorial que va en aumento.

Para Paulo Pérez, ingeniero sanitario y magíster en medio ambiente, que estuvo este miércoles en Corponor, a propósito del Día Mundial del Agua, en el caso local las afectaciones obedecen al crecimiento industrial y agrícola, para los cuales las proyecciones de oferta hídrica son reducidas.

Cúcuta y Norte de Santander no escapan a los problemas por deterioro en la calidad del agua a raíz de los vertimientos no tratados, y el excesivo consumo en procesos domésticos e industriales”, dijo Pérez. “También están la deforestación y la falta de cuidado de las cuencas productoras de agua”.

Según el experto, hay un acelerado crecimiento de la frontera agrícola, con cultivos de arroz que requieren gran cantidad de agua para su productividad, “y se debe revisar si tenemos capacidad para albergar esas cantidad de cultivo”. 

Además, queda pendiente el cumplimiento estricto de la normatividad sobre aguas residuales.

En este sentido, el experto señaló que “todos los empresarios deberán tener sistemas de tratamiento que reduzcan los efectos sobre el agua, en especial porque del saneamiento de las aguas depende que se evite el deterioro de las fuentes hídricas”.

“Es vital que pensemos en sostenibilidad para detener  el impacto negativo que ejercemos sobre las fuentes superficiales”, agregó Pérez. “Ya no aguanta más el medio ambiente que un proyecto productivo no tenga su planta de tratamiento y los empresarios deben incluírlas en sus inversiones”.

Tareas administrativas

Pérez también comentó que en la región, los alcaldes de las zonas de influencia de los ríos deben asumirse como un sector productivo más, debido a que son productores de aguas residuales domésticas.

“El rigor de la ley aplica para ellos, como administradores de esas aguas”, dijo. “Deben pensar los municipios como una gran empresa que debe ser dotada de plantas de tratamiento que le den una adecuada devolución del agua al medio ambiente”.

Comentó que hoy en día el marco normativo no evalúa las plantas de tratamiento por su eficiencia sino por el saneamiento ambiental que sean capaces de generar para que el medio ambiente sea el directo beneficiario.

Por ejemplo, actualmente se deben cumplir 56 parámetros de tratamiento de aguas, cuando en la norma anterior solo eran 9.

La limpieza del río

Hugo Tarazona, vecino del barrio Bajo Pamplonita, cuestionó por qué con la llegada de las lluvias aún “hay negligencia y no se limpia la maleza y las islas del río para evitar una tragedia”.

Al respecto, Anelfi Balaguera, coordinador departamental de gestión del riesgo explicó que luego de la limpieza manual del año anterior, la limpieza completa debe hacerse con maquinaria, pero cumpliendo parámetros técnicos.

“Debemos quitar la cantidad de raíces y cobertura vegetal foránea e invasora con maquinaria, porque la fuerza que se requiere es muy grande”, dijo. “A raíz de que no se había hecho mantenimiento en más de tres años, el material vegetal se acumuló y, en efecto, la capacidad del cauce se ha visto disminuida”.

El funcionario comentó que si bien las tareas son necesarias las lluvias han dificultado su ejecución, lo cual fue ratificado por el director de Corponor, Gregorio Angarita.

“Cuando uno cambia la dinámica del río se debe fortalecer su capacidad, proteger el bosque para retirar la vegetación invasora, y preservar el entorno”, comentó.

Problemas del río

Según la Corporación ambiental, otros problemas del río son:

-Sobreutilización del suelo.

-Alteración de taludes y lecho de corrientes hídricas.

- Baja planeación para el uso del recurso suelo.

- Construcción de vivienda o asentamientos subnormales en zonas de riesgo.

- Ineficiente planificación agropecuaria, que genera efectos adversos como el agotamiento de nutrientes del suelo.

- Baja aplicación de la normatividad contemplada en el ordenamiento territorial por parte de las autoridades competentes.

- Adecuación y compactación de los suelos para vivienda, que generan efectos como la erosión y riesgos por remoción en masa.

- Contaminación por el uso intensivo de agroquímicos y pesticidas.

- Poca educación ambiental.

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Miércoles, 22 de Marzo de 2017
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