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Una agenda para Cúcuta
Resulta evidente la fragilidad que caracteriza a la mayoría de los micronegocios en términos de acceso a recursos, predominio del “cuentapropismo” impulsado por la necesidad, corto tiempo de funcionamiento y baja tasa de formalización.
Miércoles, 30 de Agosto de 2023

Recientemente, la Cámara de Comercio en colaboración con la consultoría Zambrano Asesores y Consultores, bajo la dirección de la economista Mayerlin Aponte, presentó datos relevantes sobre la informalidad empresarial en Cúcuta durante el período 2019-2021. Esta información se basó en la Encuesta de Micronegocios realizada por el DANE. Los resultados proporcionan una oportunidad para reflexionar acerca de las políticas públicas orientadas hacia la transformación productiva. Especialmente en el abordaje de la informalidad, un fenómeno que, como el dios Jano, posee dos caras, manifestando una compleja dualidad (empresarial/laboral).

Cabe resaltar que la informalidad empresarial es un concepto multidimensional y heterogéneo, caracterizado por actividades económicas que operan fuera del marco legal y tributario. El término "micronegocios", según la definición del DANE, se refiere a unidades económicas con un máximo de 9 personas ocupadas. No obstante, es importante destacar que no todos los micronegocios son precarios o informales.

En el contexto de Cúcuta, los datos del año 2021 revelan que había un total de 92,507 micronegocios. Asimismo, el 50.8% de estos tenía menos de 50 meses de funcionamiento, concentrándose el 40.8% en el sector comercial. Resulta relevante mencionar que el 44.6% de estos micronegocios eran liderados por mujeres. Además, el 92.5% de los propietarios actuaban como trabajadores por cuenta propia. De cada diez negocios, cinco surgieron por necesidad, mientras que el 38% se establecieron en viviendas y el 14.5% eran móviles. Por otro lado, el 65.7% de estos emprendimientos se iniciaron con ahorros personales, y solamente el 26.1% contaba con Registro Único Tributario (RUT). Respectivamente, el 15.7% y el 5.6% tenían registros en la Cámara de Comercio y pagaban impuestos a la renta, mientras que solo el 1.5% contribuía con el IVA.

Resulta evidente la fragilidad que caracteriza a la mayoría de los micronegocios en términos de acceso a recursos, predominio del “cuentapropismo” impulsado por la necesidad, corto tiempo de funcionamiento y baja tasa de formalización. El predominio del sector comercial (efecto aglomeración) tiene ventajas como la atracción de clientes, el aumento de ventas y la proximidad con proveedores y empleados, quienes también experimentan curvas de aprendizaje. No obstante, dicha concentración trae también congestión peatonal, vehicular, ruido e inseguridad, que pueden disuadir a los clientes. Finalmente, existen desigualdades espaciales que influyen en la dinámica de estos micronegocios, ejerciendo efectos sobre precios, ventas y ganancias.

Un estudio conjunto entre Inclusión SAS y las Naciones Unidas ha dado origen al Índice Multidimensional de Robustez de Micronegocios. Este índice evalúa el cumplimiento de diversos atributos en tres dimensiones: contabilidad y finanzas, TIC y formalización. El estudio concluye que los micronegocios más sólidos son aquellos que mantienen registros contables, acceden a créditos, cuentan con conectividad a internet y remuneran adecuadamente a sus empleados.

El estudio también señala a Cúcuta como una de las ciudades con mayor porcentaje de población en exclusión productiva. Esto demanda la implementación de una agenda política que sincronice la salida de la pobreza monetaria, el mercado laboral y la protección social. Esta "agenda de sistema de protección social y de productividad" se presenta como una guía general para el país, la cual puede ser adaptada a nivel local, y debería complementarse con el fortalecimiento de la educación y la acumulación de capital humano de alta calidad y pertinencia. En el contexto de las elecciones municipales, los candidatos a la alcaldía tienen el desafío de priorizar esta agenda. Se puede enfrentar los retos cruciales de la ciudad, y como en el caso de Jano en la mitología romana, se podrá augurar un futuro de progreso y transformación.

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