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La moderna Berlin
Todo el mundo recuerda la estruendosa caída del muro de Berlín la noche del 9 de noviembre de 1989, 28 años  después de su permanencia como una herida abierta en la mitad de Alemania
Domingo, 28 de Abril de 2024

Después de la derrota de Alemania en la segunda guerra mundial, Berlín quedó prácticamente destruida y sus habitantes sumidos en la más lamentable pobreza por la falta de alimentos y viviendas. Casi sobrevivieron solamente mujeres, porque millones de hombres murieron en las cruentas batallas a lo largo de toda Europa cuando Hitler intentó apoderarse del continente y, quizás, del mundo entero.

Y, enseguida, la mitad de Alemania, y principalmente la mitad de Berlín, - que se constituirá como la República Democrática Alemana (RDA) - sufrió la oprobiosa ocupación soviética que esclavizó a sus habitantes hasta el punto de construir un muro divisorio que diariamente se fortalecía con sofisticados sistemas de control para evitar que lo alemanes del Este siguieran huyendo hacia el Berlín libre.

El “muro de la vergüenza” se empezó a construir como un secreto de estado de la RDA en agosto de  1961, que convenció a Moscú de levantarlo para proteger su economía que se veía afectada por el progreso de la Alemania occidental. De ingrata recordación es Erich Honnecker, verdadero artífice es estas medidas, quien calificó el muro como una “protección antifacista”, y gobernó con mano dura la Alemania soviética  por varias décadas. Era la época de la llamada guerra fría.

Todo el mundo recuerda la estruendosa caída del muro de Berlín la noche del 9 de noviembre de 1989, 28 años  después de su permanencia como una herida abierta en la mitad de Alemania. En aquel año se intensificaron las protestas contra el gobierno de la RDA en varios países del bloque sovietico, animados por la política del presidente de la URSS Mijail Gorbachov que adoptó medidas de alivio para la situación fronteriza.  Por unas confusas declaraciones de un vocero sovietico, ese 9 de noviembre la gente se amotinó en los puestos fronterizos y, ante la presión popular,  los guardias abrieron el paso. De inmediato, con martillos, picos y palas los ciudadanos empezaron a destrozar el muro. Fue una fiesta democrática.

Desde ese momento comenzó la reunificación de Alemania, y Berlín volvió a ser su capital federal. Desde entonces, también, la ciudad se ha modernizado de manera sorprendente hasta convertirse en una de las capitales más importantes y bellas de Europa. Cuenta con más de tres millones ochocientos mil habitantes y una superficie de 891 kilómetros cuadrados. Edificaciones de gran importancia como la sede del Reichstag, donde hoy se reúne el parlamento - el Bundestag - fueron reconstruidas en su totalidad. En este edificio se construyó  una preciosa cúpula de cristal diseñada  por el famoso arquitecto Norman Foster.

En Berlín existen 40 universidades que conforman la mayor concentración de institutos de estudios superiores de Alemania, y es un centro artístico de gran nivel con numerosos museos de enorme valor, varios de los cuales se ubican en la famosa Isla de los Museos.

Sus generosas avenidas; sus parques abiertos en toda la ciudad; sus grandes edificios de una atrevida arquitectura contemporánea; su inmejorable sistema de transporte público, que incluye el antiguo metro cuyas nuevas extensiones son superficiales; su variada gastronomía y su apertura a todas las expresiones culturales la convierten en un atractivo destino visitados por millones de turistas que aumentan todos los días.

ramirezperez2000@yahoo.com.mx


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