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¡Si cada quien hiciera algo!

La paz no permite más corrupción política y administrativa porque genera rabia y resentimientos.

Yo soy un convencido total de que cuando a uno le da la gana de algo, lucha y lo consigue (si no es todo por lo menos algo logra).  Con esta premisa y con la coyuntura de la paz que está por fin ad portas de firmarse y comenzar así una nueva era en Colombia, creo que es el momento de que todos le metamos la mano a la conciencia y al corazón para evolucionar o cambiar hacia nuevos rumbos en nuestras relaciones interpersonales.  Qué bueno que los ministerios de Educación y de Cultura, con el apoyo incondicional de todos los medios masivos de comunicación social, lideraran una campaña masiva y permanente para educar y reeducar a todos los estamentos sociales, gubernamentales, civiles y militares del país en torno a la paz, de manera que desvirtúe la creencia de que la firma de los acuerdos de  paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc es lo único que se está negociando, y que con ello queda garantizada la paz en nuestro país.  

Pues no, este sí es un buen comienzo, pero paralelo a ello,  la paz real y duradera continúa con el cambio de actitud de cada uno de los colombianos, evolucionando hacia nuevos rumbos en nuestras relaciones interpersonales y humanas.  La paz es apreciarse a sí mismo de verdad, para  cambiar la dirección de sus acciones violentas malgeniadas o negativas hacia sus vecinos,  hacia sus empleados, sus compañeros hacia la naturaleza, hacia los bienes comunes. Es enseñar con su ejemplo real el respeto por lo ajeno,  es aconsejar  y dirigir a propios y extraños que se lo permitan, las bondades de la honradez, de la colaboración y de la gratitud. La paz es la capacidad que todos tenemos de dar afecto y consideración incluso con los desconocidos y diferentes a uno.  

La paz se construye desde las escuelas con profesores buenos, con amor y  comprometidos con reeducar a los padres de familia en esta dirección. La paz se hace y se mantiene incorporando maestros sanos capaces de interactuar de tú a tú con sus alumnos para orientarlos por el camino de la legalidad para ser personas de bien y éxito.  La paz no permite más corrupción política y administrativa porque genera rabia y resentimientos, especialmente en los menos favorecidos, lo que necesita es verdadera honestidad con los hechos y no con las mentiras del bla, bla, bla.  

La paz será más duradera  y eficaz cuando el país sea más seguro para todos, y todas las ciudades y pueblos cuenten con los servicios públicos necesarios y los impuestos no los agobien injustamente.  La paz se puede y se debe aplicar en todo lugar,  en el bus en el mercado, en las universidades, en los hospitales y puestos de salud, en las calles, en las cárceles, en los estadios, en los estaderos,  en los centros comerciales etc. Y para ello solo se necesita sonreír, saludar, ceder el paso, pedir el favor, disculparme, dar las gracias….y estar convencido de que usted vale mucho más de lo que se imagina como para seguir con cara de perro bravo y vivir en esas micro guerras de indiferencias y peleas innecesarias…sin olvidar que su cambio de actitud produce, sin proponérselo, cambios de actitud en los demás…créalo o no lo crea.  

Apoyémonos en la cultura a través de las artes como el teatro, los mimos, los títeres, la cuentería, la pintura, la música y la danza porque el campo cultural cuenta con muchos métodos y estrategias para enseñar y modelar a todo público a través de sus actos y su magia.  Que viva la paz, que viva usted y todos los que lo rodean.

Sábado, 3 de Diciembre de 2016
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