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Refrendación de los acuerdos

Lo cierto es que el presidente Santos sabe que la ley del plebiscito tiene taras –umbral y procedimiento para su aprobación

Desde cuando en 2012 el presidente Juan Manuel Santos anunció a los colombianos el inicio de negociaciones con las Farc también hizo el anunció que lo acordado sería ratificado popularmente, primero por referendo, luego con plebiscito y para ello se tramitó la respectiva ley estatutaria que ahora está en examen en la Corte Constitucional.

En ese plebiscito, cuya constitucionalidad muchos juristas cuestionan, según unos por la modificación del umbral, que quedó en el 13 por ciento, es decir, se requiere una votación de 4.4 millones de sufragios para que prospere cualquiera de las dos opciones, se le preguntará a los votantes si está de acuerdo algo que no conoce: lo acordado en La Habana. Vale preguntarse, ¿quién firma un documento sin leerlo íntegro previamente? Es lo lógico.

Para desdicha de los áulicos del Ejecutivo el viernes pasado pasaron un trago amargo: según datos de La Opinión en reciente sondeo de la encuestadora Ipsos-Napoleón Franco la imagen negativa del presidente Santos es del 73 por ciento, el 76 por ciento de los consultados está insatisfecho con su gestión de gobierno, el 66 por ciento está pesimista sobre los diálogos de paz y el 77 por ciento desaprobó que las Farc puedan participar en política. Alguien decía que a la fecha al presidente Santos se le cayó la estantería.

Lo curioso es que una vez conocidos estos resultados se prendieron las alarmas en el Ejecutivo y otros sectores, porque barruntan la derrota del plebiscito: el fiscal general Eduardo Montealegre Lynett expidió un comunicado donde manifiesta que el plebiscito no es necesario para refrendar lo acordado en La Habana con las Farc y así lo solicitará a la Corte Constitucional; otro tanto piensa el señor contralor general Edgardo Maya Villazón,  quien argumenta que no es necesario porque el Presidente tiene la facultad de conservar en todo el territorio el orden público y, además, porque la paz es un derecho fundamental, y así lo explicará en la Corte Constitucional. Ni para que hablar de los líderes de la coalición de gobierno en el Congreso: Armando Benedetti Villaneda, Horacio Serpa Uribe y Roy Barreras Montealegre, entre otros.

Lo cierto es que el presidente Santos sabe que la ley del plebiscito tiene taras –umbral y procedimiento para su aprobación-, que la Corte Constitucional lo aprobará  recortado y no sabemos si todo esto está dirigido a la convocatoria de una Constituyente, que es lo que exigen las Farc, y en el fondo parece que también el presidente Santos acaricia la idea, con presencia de sindicatos y otros movimientos y organizaciones sociales. Apague y vámonos.

 

Lunes, 14 de Marzo de 2016
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