La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Papá Noel laboral
Los aumentos del salario mínimo deben ser prudentes y acompañados de una mayor productividad laboral.
Martes, 13 de Diciembre de 2016

Amables lectores: Como regalo de papá Noel, se prepara en esta Navidad la discusión del salario mínimo que entrará en vigencia el primero de enero del 2017. Las directivas sindicales, teniendo en cuenta las cifras macroeconómicas del país, inicia las conversaciones a partir de un aumento del 12%.

El aumento del salario mínimo será una buena noticia para los pensionados mas no para las finanzas públicas. ¿Se nos habrá olvidado el esfuerzo fiscal que debe hacer el Estado para pagar las mesadas pensionales? Estas superan los 40 billones de pesos anuales. El aumento del mínimo genera pago de pensiones mínimas más altas y esto requerirá apropiación de mayores recursos que podrían ser invertidos en diversas alternativas económicas,  más productivas,  que el simple pago de emolumentos de un grupo de personas pensionadas. Para este grupo etáreo más que un aumento de sus mesadas, por encima de la inflación, le resultaría más provechoso,  contar con un efectivo control del Estado para regular los precios de los medicamentos, hoy con costos superiores a los otros países del mundo.

La gran pregunta, en estos días finales del año calendario es: ¿Cuánto debería subir el salario mínimo, sin generar efectos perturbadores, en el mercado laboral? Depende. Si el salario mínimo es tan bajo, que deja de ser un referente, para la remuneración del trabajo de personas, con una menor calificación, es posible incrementar su monto, sin producir impacto ocupacional negativo. Perú, Uruguay y Méjico son un ejemplo de esta situación. El salario mínimo era tan exiguo, que a nadie se le pagaba tan poco y por lo tanto ha sido posible incrementar sustancialmente la remuneración mínima, sin provocar, en estos países, una disminución en el empleo formal. En Colombia, sabemos, que con nuestra economía  informal, miles de trabajadores ganan muchísimo menos de un salario mínimo y cualquier aumento del mínimo al tomar, esta informalidad como parámetro de comparación, lo convertiría en un mínimo alto.

En estas condiciones, los aumentos del mínimo deben ser prudentes y acompañados de una mayor productividad laboral. En muy poco tiempo se nos dirá que el gasto pensional es insostenible, pues éste va,  en un mayor porcentaje, contra el presupuesto nacional, porque el número de cotizantes, originado principalmente en el desempleo e informalidad, cubre solo una mínima porción de sus costos.

El presidente de la Andi,  Bruce Mac Master,  manifiesta estar en desacuerdo con el regalo de Papá Noel, que hace tramite en el Congreso, para fijar el pago de horas extras desde las 8 P.M. Esta medida afectaría claramente el empleo. Colombia paga el recargo nocturno más caro del continente (35%) y de aprobarse la ley en trámite,  pondría en desventaja al país ante los otros socios del Mercosur. Añade el dirigente gremial, que es un error creer que esta ley favorece a los trabajadores, pues tendría consecuencias negativas en la generación de empleo. Las horas extras perjudicarán al desempleado que verá disminuidas sus posibilidades de conseguir empleo.

Temas del Día