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Maternidad y paternidad
Los ejemplos son infinitos y en la inmensa mayoría de casos estamos frente a una opción válida.
Jueves, 27 de Abril de 2017

La maternidad y la paternidad son sin duda elementos que constituyen derechos esenciales para cualquier persona. A todo el mundo le asiste el derecho de conformar una familia y de enfrentar la vida al lado de uno o varios seres, de tal manera que se constituya en el motivo esencial de su proyección en la existencia; alguien con quien acompañarse, con quien compartir, identificarse y por quien luchar en el camino de la vida. 

A su vez, toda criatura humana tiene también el derecho fundamental a que se le garantice la posibilidad de un hogar, de una familia, de un ser protector que vele por ella y le entregue las razones esenciales para desarrollar y proyectar el ciclo vital.

El esquema tradicionalista se refiere a un padre y una madre, pero siempre ha existido la posibilidad de que solo sea uno de los dos, bien porque uno fallezca, bien porque uno abandone el hogar o bien porque la ley le conceda el derecho de adopción a una persona sola o soltera.

Los ejemplos son infinitos y en la inmensa mayoría de casos estamos frente a una opción válida, llena de motivación y de esperanza, en donde la familia se consolida, se perpetúa y la persona que llega al nuevo hogar tiene las posibilidades de conformar un grupo familiar que le abra las posibilidades a que tiene derecho en la existencia.

Ahora han resultado voces extremas que quieren apelar a la creación de un ordenamiento legal, para prohibir que esta opción para las personas solas pueda seguir existiendo.

Con ello, están exhibiendo una actitud regresiva, egoísta y llena de injusticia frente al adoptante y al adoptado. Mientras se deben buscar más alternativas para los niños que llegan a quedar solos, con este proyecto se pretende reducirlas, exponer a esas criaturas a que no encuentren un hogar definitivo y queden a merced de un hogar colectivo en donde simplemente se les brinde una asistencia de supervivencia.

Que gran error, que tengamos mentes cada vez mas reducidas dispuestas luchar por esquemas incoherentes e injustos, sin detenerse siquiera a profundizar sobre el daño que van a causar con una propuesta tan errática como incomprensible. 

La caverna busca recodos para ampliarse, mientras se atropellan los derechos fundamentales de las personas y se le colocan cortapisas a una sociedad que quiere desatarse de las desigualdades y ampliar su espectro para un escenario mas positivo y alentador.

El Papa Francisco ha dicho reiteradamente que a Jesucristo lo asistían dos dones: la justicia y la misericordia. No me explico porque hay personas que se empeñan en abrirse paso pisoteando esos elementales principios.

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