Tras varios meses de trabajo, el Consorcio Internacional de Periodismo Investigativo (ICIJ por sus siglas en inglés), integrado por cerca de 400 periodistas de varios países del mundo, dio a conocer los resultados de la investigación denominada “papeles de Panamá”, considerada la filtración más grande de documentos en la historia (11.5 millones).
Por la cantidad y calidad de personajes involucrados, entre los que sobresalen empresarios, intelectuales, artistas, gobernantes, futbolistas y políticos de todas partes del mundo, se ha convertido en un verdadero escándalo global. Este es un caso parecido al de WikiLeaks, con la diferencia de que en la investigación se han consignado documentos y no correos electrónicos.
El informe hasta ahora conocido resalta la creación de empresas “offshore”, nombre dado a las empresas o sociedades constituidas fuera del país de residencia.
Las sociedades que toman esta decisión lo hacen por considerar que la carga fiscal en su país es muy alta, mientras que en otros países conocidos como paraísos fiscales, reciben grandes ventajas impositivas, confidencialidad y protección, previo el cumplimiento de una serie de compromisos.
Pero la principal característica de estas empresas “offshore”, es que en el país donde están registradas no realizan ninguna actividad económica y, en consecuencia, es una buena estrategia para no pagar impuestos, lo que representa un mayor cúmulo de riqueza.
Aquí tiene aplicación el pensamiento de Robert Kiyosaki, en su libro Padre Rico-Padre Pobre “los ricos reciben ingresos, gastan y luego pagan impuestos; los pobres reciben ingresos, pagan impuestos y luego gastan”.
En esta larga lista de “papeles de Panamá” aparecen personajes de todas partes del mundo sobresaliendo China con casi la tercera parte y Colombia con 861 nombres registrados. Llama la atención, los pocos nombres que aparecen procedentes de Estados Unidos, claro que por ser una república federal, allí hay estados, como Nevada, que ofrecen una gran ventaja tributaria respecto a los otros estados.
Todo parece indicar que en este mundo tan globalizado, las empresas “onshore”, las cuales realizan sus inversiones en el mismo país o en países con similares leyes tributarias, cada día serán menos. Además, queda demostrado que el mito de la caja de Pandora, recipiente que contenía todos los males que aquejaban a la humanidad, es apenas una cajita luego del destape de esta olla de enormes capitales, muchos de los cuales hasta ahora desconocidos. De lejos, en este caso la realidad superó a la mitología.
La función continúa y es muy probable que la próxima vez que se abra el telón sea para presentar nombres, mostrar cantidades y explicar sus orígenes.