La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

El señor Caro

No sé qué pasó con el departamento de Caro, pero la bulla se acabó.

De once años me llevaron a estudiar a la lejana Ocaña de ese entonces, al Seminario El Dulce Nombre, dirigido por los padres eudistas. Lejana, porque desde Las Mercedes era un día de camino hasta Sardinata. De allí, ocho horas en carro, por una carretera estrecha, polvorienta o llena de barro y de ñapa, peligrosa, que  se metía a Ocaña por el barrio La Piñuela. 

Era la década de los años cincuenta, y lo primero que me llamó la atención fue una intensa campaña sobre el departamento de Caro. Pasacalles, pendones, afiches, letreros en las paredes. Por toda la ciudad se veía la promoción del departamento de Caro. Invitaban a reuniones, marchas y manifestaciones, y hablaban de que había llegado la hora de la independencia.

Los domingos los padres nos llevaban a caminar. Subíamos a Cristo Rey, o al cerro de la Cruz, o a jugar fútbol en los llanos del Tíber…  En fila india  atravesábamos la ciudad y los forasteros aprendíamos los sitios por dónde íbamos pasando.  

En una de esas salidas dominicales pasamos por la sede de un colegio inmenso, de ladrillo a la vista. Es el colegio Caro, decían los que ya conocían. Tuve entonces que preguntar quién era el señor Caro y supe que se trataba de alguien muy importante que había nacido en la ciudad.

No sé qué pasó con el departamento de Caro, pero la bulla se acabó, descolgaron los pasacalles y los avisos de las paredes se destiñeron. 

Años después, en clases de literatura, volví a saber del señor Caro, esta vez con nombre propio: José Eusebio. Poeta romántico por excelencia,  sus poemas los leíamos y aprendíamos algunos de sus versos, para sacar buena nota en español y literatura, en la Normal de Convención. Su poesía era nostálgica, triste, y en ocasiones hablaba en ella de su natal Ocaña. Entonces entendí por qué era tan importante para la ciudad tener un poeta de tanta magnitud en el país.

Cuando superé el sarampión revolucionario de la universidad y volví por mis cauces orgullosamente conservadores, me encontré otra vez con el nombre de José Eusebio Caro, esta vez como fundador del glorioso partido. Y ya no sólo lo conocí como poeta sino como político y como periodista.

La madre de José Eusebio fue la famosa Nicolasa Ibáñez, de las Ibáñez ocañeras, que se metieron en la historia del país a través de relaciones de alcoba con  Bolívar y Santander. 

Dicen las malas lenguas (y algunas buenas) que José Eusebio quiso vengarse del general Santander por haberse enredado con su mamá y que por eso le hizo oposición a su gobierno, lo que desembocó en la creación del godismo como partido en Colombia.

Cierto o no cierto, la verdad es que José Eusebio es una de las más importantes figuras nortesantandereanas. Murió joven, pero dejó un gran legado literario, muchos periódicos fundados y un partido político, de los dos grandes de Colombia.

José Eusebio Caro Ibáñez nació un 5 de marzo en Ocaña. Por eso, donde quiera que haya un ocañero, el próximo domingo le estará rindiendo homenaje al ilustre paisano, José Eusebio. Pero sin hablar del departamento de Caro, que suena feo.

Miércoles, 1 de Marzo de 2017
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día