La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Cumplir la ley no es demagogia
Hacer Gestión en los niveles centrales y en los niveles departamentales mediante convenios no es demagogia.
Miércoles, 17 de Febrero de 2016

César Omar Rojas Ayala ha venido realizado actividades de gobernanza para elaborar el plan de Desarrollo que le ordena la Constitución Política. Gobernanza en estricto sentido, una construcción de grandes consensos con la comunidad en todos sus estratos. Además, dentro de un talante de componedor, que en la campaña llamó de la gran reconciliación, que nos trajo a muchos conservadores a dialogar con los más antípodas contendores políticos de la ciudad. Y sobre todo con un buen acuerdo para actuar sobre las dos herramientas de Gerencia pública moderna: Planeación y Control. Así asumió la Alcaldía del Municipio de Cúcuta, en el entendido, que al Gerente lo elige el pueblo para, manejar el presente y el futuro, construyendo Visión.  Por eso no polemiza inútilmente con los que se fueron.

El pasado es de la “ías” y las instrucciones y el mandato de la ley, es que si ese pasado constituyó faltas, penales, disciplinarias  o fiscales pues simplemente hay que denunciar formalmente en los despachos pertinentes y no en los medios. Pero es importante hacer unas aclaraciones sin reprochar a los viudos del poder.

Hacer Gestión en los niveles centrales y en los niveles departamentales mediante convenios no es demagogia. Primero porque es mandato de la ley y segundo es consecuencia de unas frustrantes medidas de excepción, que luego de producidas, nos dejaron colgando con el agravante que nos quitaron la escalera y pendemos de un gancho, como el muñeco símbolo de la ropa “El Roble”.

César Rojas Ayala, simplemente se viene reuniendo con la gente en actos de Gobernanza y en los últimos días con los “pimpineros” y demás desempleados porque la penuria presupuestal  municipal es extrema y porque el día que se llevaron la escalera, había quedado escrito lo siguiente en el Decreto 1770 de 2015 que declaró la Emergencia Económica:

Que La emergencia iba exclusivamente a conjurar la crisis e impedir la extensión de sus efectos (sic), Que tal ejercicio, dictaría Decretos con fuerza de ley (sic), que el gobierno vecino, produjo medidas similares , causadas entre otras por el contrabando de extracción, del cual viven nuestros pimpineros y maleteros estrato “0”.

Y continúa el Decreto de Emergencia: Que como consecuencia de la crisis,  los deportados, los retornados, los expulsados colombianos, de origen costeño, paisa, patojos, caldenses, rolos, pastusos  que nos llegaron ascendieron a 13.000, según la UNGR (Unidad de Gestión de Riesgo), de los cuales logramos enviar a su región de origen el 70%, en otros términos, en nuestra penuria municipal nos quedamos con una carga de 4.000 colombianos agregada a nuestra acumulada población desplazada. El Decreto de Emergencia, dejó unas ilusiones, que están escritas y que nuestro alcalde, líder de una reconciliación de cucuteños y norte santandereanos, quiere liderar con senadores, representantes a la cámara y prohombres del sector académico y privado, para que se cumplan y eso no es demagogia.

Por ejemplo: Que el ICBF continúe cumpliendo sus actividades censados desde la emergencia, no solo con los deportados, sino con sus obligaciones viejas que trata de restringir y están el decreto de emergencia, que se vean las  acciones para generar empleo en el sector minero que el Decreto reconoce en 7000 empleos, que se vean las acciones que el mismo Decreto de emergencia reconoce prevenir el desempleo de 3200 personas del sector transporte, que se cumpla el Artículo del Ilusorio decreto 1770/15, de traslados presupuestales y se enriquezcan muchos rubros de contenido social, como el de los subsidios para las necesidades básicas insatisfechas.

Y eso, hacer gestión para que normas ilusionantes que ya existen se cumplan, no es hacer demagogia.

Adenda: Más y más mesura, más discreción a los honorables concejales de Cúcuta. Cuenten siempre hasta veinte.

Temas del Día